Visitando El Café de Oriente
¿De viaje por Madrid? Tanto si la respuesta es sà como no, te proponemos pasarte por el que puede ser uno de los restaurantes con más tradición de la capital. Por un lado, por su especial ubicación en plena Plaza de Oriente, donde una cena con ese escenario de fondo adquiere otra dimensión y otra por el buen hacer y buen servicio que dan a sus comensales, donde los clientes pasan a ser tratados como amigos. Os hablo del Café de Oriente.
Como eso precisamente, como una reunión de amigos, fue como comenzó la velada del pasado jueves, donde previo a la cena, Roberto Moral, el chef del restaurante, nos reunió en el aula de la Escuela de Estudios Superiores Abiertos de HostelerÃa ESAH para a modo de showcooking enseñarnos algunos truquillos de cómo cocinar unos riquÃsimos espárragos blancos de temporada al aroma de vainilla, estragón y cÃtricos. Os confieso que en la vida habÃa imaginado lo bien que podÃa maridar la naranja sanguina, el pomelo y la lima con unos espárragos. ¡IncreÃbles!  Si esto ya nos estaba dejando un aroma que nos hacÃa más que salivar, continuamos con unos pimientos rojos rellenos de txangurro, en los cuales se dejaba claro la buena calidad de las materias primas que usan. Una mini master class, en la que además de poder participar pudimos conocer un poco más de cerca al Grupo Lezama y su restaurante.
Ya en el comedor,  el menú que nos tenÃa preparado Roberto no podÃa ser más exquisito. Tres platos, más postres a los que acompañaron unos vinos de Luna Luna Beberido D.O Bierzo, entre los que debido a mi delirio por los blancos, tengo que hacer especial referencia al Goello LB, un vino con crianza en depósitos de acero inoxidable, fresco, equilibrado y que en boca nos deja ligeros toques a hinojo y pétalos de rosa.
El festÃn comenzó con un aperitivo de viera a la gallega gratinada con taquitos de jamón pan rallado y trocitos de almendra. Ya descorchamos los tintos, para junto al MencÃa LB tomar una Ensalada de carrillera de ibérico, puré trufado de coliflor, naranja sanguina, y langostino frito a la albahaca. Una ensalada distinta, donde la frescura de la naranja  y la suavidad del puré de coliflor equilibran la intensidad de la carne.
Llegó la hora del pescado con un lomo de salmonete a la sartén con cremoso de puntas de trigueros salvajes. Si sois habituales del pescado, creo que este plato os sorprenderá gratamente, ya que el falso risotto que lo acompaña consigue ese punto que equilibra todos los sabores.
El Finca La Cuesta, lo abrimos para recibir a una paletilla de cabrito lechal al estilo Café de Oriente. Un estilo que marcaba el puré de boniato o lo quicos que la acompañaban. ParecÃa que no, pero aún tenÃamos un pequeño hueco para el postre. Nada más y nada menos que una cuajada de leche de cabra con aire de miel y piñones caramelizados. Un broche final que considero bastante acertado ya que se alejaba de estos postres pesados que tras una buena comida no eres capaz de dar más de nos mordiscos. Era momento dulce de la noche, pero no el final, ya que aún nos quedaba el café o la infusión asà como las delicias de su obrador, entre las que no pude resistirme ni a las tradicionales tejas ni a las naranjas con chocolate. ¡Qué ricas!
Con todo esto, supongo que como mÃnimo el apetito se os habrá abierto. No obstante, como la mejor opinión es la que una misma puede forjarse, os animo a visitarlo y a que disfrutaréis tanto de su cocina como con el excelente trato de su personal

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Etiquetas: Café de Oriente, Grupo Lezama, madridAutor: inma
Fecha: 21 Abril, 2012